Trucos para combatir la ansiedad y el estrés post-vacacionales
Ante todo, recuerda la célebre frase: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. El mañana siempre llega y debemos asumir las consecuencias cuando esto ocurre; en este caso unos días antes o el mismo primer día.
Las estadísticas nos revelan que un 35 % de adultos pueden llegar a sufrir molestias físicas y psíquicas por el simple hecho de volver a la rutina y a lo que percibimos como obligación. El origen de estas molestias es una especie de estrés vivido por la ruptura brusca de los hábitos durante las vacaciones y la obligación de asumirlos de nuevo sin un período de adaptación.
Si nos vemos reflejados en esta situación deberemos seguir unos consejos preventivos:
- Hablar positivo en nuestro trabajo. Un lenguaje negativo predispone nuestro cerebro al rechazo.
- Durante nuestros períodos de descanso seguir con algunas rutinas como el horario de las comidas o despertarse, el hacer ejercicio o el destinar un tiempo a alguna obligación del hogar o del mismo trabajo (como leer artículos)
- Estas rutinas las recuperaremos progresivamente con más intensidad a medida que se acerque la fecha de retorno.
En ese momento deberíamos dedicarnos a que nuestra vida vuelva a ser “normal” en el menor espacio de tiempo posible.
Los consejos para este plan de “salvamento” son:
- Buscar mecanismos de apoyo como la familia o las amistades con quien nos veíamos antes de las vacaciones, en resumen retomar nuestras citas habituales.
- Buscar activamente que tienen de bueno nuestras rutinas.
- Controlar la dieta procurando que sea ligera, beber mucha agua y reducir el consumo de tabaco, alcohol y café ya que se relacionan con el estrés y la desidia.
- Buscar a modo de premio, algo que nos apasione para iniciar justo a la vuelta de las vacaciones.
Piensa que siempre existirá en plan B: dieta, ejercicio, pensamiento positivo y recuperar nuestra vida ¡qué tampoco está tan mal!
con información de: actualiadad farmaceutica
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